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miércoles, 5 de agosto de 2020

EL TRASTORNO NEGATIVISTA DESAFIANTE

 

Trastorno negativista desafiante.

 Lic. Cesar Ramos.

Psicólogo Clínico.

ITB.

Cuando los niños muestran un comportamiento desafiante frente a las figuras de autoridad como: enojo, irritabilidad, falta de cooperación, actitud negativa, estos comportamientos suelen darse en presencia de los padres, maestros, compañeros y otras figuras de autoridad. A esto se le conoce como “Trastorno negativista desafiante” y en el DSM-5, está incluido dentro de los trastornos disruptivos, del control de los impulsos y de la conducta y hace referencia a problemas relacionados con la regulación de los impulsos y regulación de las emociones.

El trastorno negativista desafiante, se define como: un patrón de enfado/irritabilidad, discusiones/actitud desafiante o vengativa que dura por lo menos seis meses, que se manifiesta por lo menos por cuatro síntomas de la lista siguiente y se exhibe durante la interacción con un individuo que no sea su hermano. La angustia y la preocupación que los niños con un trastorno negativista desafiante provocan en los demás son mayores que las que ellos experimentan.

Enfado/irritabilidad:

  • ·       A menudo pierde la calma.
  • ·       A menudo esta susceptible o se molesta con facilidad.
  • ·       A menudo está enfadado y resentido.

Discusiones/actitud desafiante:

  • ·       Discute a menudo con la autoridad o con los adultos, en el caso de los niños y los adolescentes.
  • ·       A menudo desafía activamente o rechaza satisfacer la petición por parte de figuras de autoridad o normas.
  • ·       A menudo molesta a los demás deliberadamente.
  • ·       A menudo culpa a los demás por sus errores o su mal comportamiento.

Vengativo:

  • ·       Ha sido rencoroso o vengativo por lo menos dos veces en los últimos seis meses.

¿Qué causa el trastorno negativista desafiante?

La causa del trastorno negativista desafiante no se precisa por el momento, sin embargo, existen varios enfoques teóricos que hacen referencia a los orígenes del mal comportamiento en los niños.

Eric Ericsson definió la segunda etapa del desarrollo como la de autonomía versus duda, en esta etapa el niño busca establecer un sentido de independencia de los demás, con esta etapa los niños quieren mostrar control y establecer sus propios límites, durante este periodo los niños quieren hacer  una elección entre unas cosas y otras, esta etapa comienza pasado el año de edad y dura aproximadamente hasta los dos años y medio. A esta etapa se le denomino la etapa del “NO” porque los niños suelen decir no, no, no. Una crisis en esta etapa puede dar como resultado que el niño se convierta en alguien que ofrece resistencia ante las normas y las figuras de autoridad.

Sigmund Freud también hizo referencia el origen del comportamiento disruptivo en su teoría del desarrollo. En su teoría psicosexual, Freud definió la primera etapa del desarrollo como la etapa oral, en la misma la fuente de placer y conflictos en él bebe es la boca y la segunda etapa del desarrollo como la etapa anal, esta se caracteriza por el control de esfínteres, esto quiere decir que en su desarrollo el niño muestra dominio y control al controlar lo que sale de su cuerpo, es decir eligiendo cuando orinar o defecar, la fuente de placer y los conflictos del niño se encuentra en el ano. Freud advirtió de que una fijación en estas etapas es la causa de los comportamientos inadecuados como un comportamiento sádico y pobres controles internos, inmadurez y poca tolerancia a la frustración.  

Alfred Adler también hizo referencia a la conducta inapropiada de los niños como un fracaso en la búsqueda de un sentido de pertenencia. Adler dijo que los niños son seres inherentemente sociales y que por tanto buscan encajar en la sociedad de un modo positivo, si fracasan en hacerlo de un modo positivo, buscaran hacerlo de un modo negativo.

 La teoría del aprendizaje establece que el comportamiento disruptivo en los niños se da como resultado del aprendizaje al observar el comportamiento de los demás. Es decir que los niños aprenden de lo que ven hacer a las personas que están a su alrededor como padres, demás niños y figuras de autoridad. Los reforzadores que obtiene por su mal comportamiento, es lo que mantiene o aumenta la intensidad de los comportamientos.

¿A quiénes afecta el trastorno negativista desafiante?

Los trastornos del comportamiento, como categoría, son sin duda la causa más común de remisión a los servicios de salud mental para niños y adolescentes. Las estadísticas indican que el trastorno negativista desafiante afecta a entre un 10 por ciento y un 15 por ciento de los niños y adolescentes de la población general.

¿Cómo se diagnostica el trastorno negativista desafiante?

Los padres, maestros y otras personas en posición de autoridad del entorno del niño o del adolescente suelen identificar al niño o adolescente que tiene el trastorno negativista desafiante. Por lo general el diagnostico se realiza mediante la intervención de un profesional acreditado como un psiquiatra infantil o un psicólogo clínico.

Existen varios instrumentos de evaluación del comportamiento que ayudan a corroborar un diagnostico como: el perfil de desarrollo (DP-3) el sistema de evaluación de la conducta adaptativa (ABAS-3) la batería de socialización (BAS-2) o la evolución funcional de la conducta, estos y otros instrumentes que ayudan a evaluar tanto el comportamiento como el estado emocional de los niños junto con una buena clínica y los criterios diagnósticos del DSM-5 pueden confirmar la presencia del trastorno negativista desafiante.

Tratamiento del trastorno negativista desafiante:

Es bueno recordar que el trastorno negativista desafiante involucra problemas relacionados con la regulación del comportamiento y problemas relacionados con la regulación de las emociones por tanto sabiendo esto podemos decir que el tratamiento debe ir dirigido en esas dos direcciones, una es manejar los comportamientos inapropiados y la otra en enseñar al niño a manejar las emociones negativas. El tratamiento será determinado por el profesional que hace la intervención basándose en lo siguiente:

  • La edad, estado general de salud e historia médica del niño (o adolescente).
  • Qué tan avanzados están los síntomas del niño (o adolescente).
  • La tolerancia del niño (o adolescente) a determinados medicamentos, procedimientos o terapias.
  • Sus expectativas para la trayectoria de la condición.
  • Su opinión o preferencia.

El tratamiento puede incluir:

Psicoterapia individual

La psicoterapia individual para el trastorno negativista desafiante suele emplear un enfoque cognitivo-conductual, entre las opciones de tratamiento podemos encontrar el método (ABA) análisis de la conducta aplicado.

Terapia conductual

La terapia conductual puede utilizar la modificación de conducta para extinguir los comportamientos inapropiados e instaurar comportamientos más adaptativos a través de programas como la extinción, el refuerzo positivo o el castigo.

Terapia familiar

La terapia familiar tiene a menudo como objetivo la introducción de cambios en la familia, como por ejemplo, mejorar la capacidad de comunicación y fomentar la interacción entre los miembros de la familia. Mejorar la dinámica familiar y la crianza, también ofrece apoyo a los padres para enfrentar y superar las dificultadas sin que estas lleguen a fragmentar el núcleo familiar. A menudo la terapia familiar va acompañada de otro enfoque sienta esta un complemento a la intervención directa con los niños.

Terapia ocupacional

La terapia ocupacional también es un recurso utilizado en la intervención de niños con trastorno negativista desafiante. Con esta se busca que el niño aprenda comportamientos adaptativos dentro de un ambiento lo más parecido a lo cotidiano, ya que en algunos casos la terapia conductual no logra que el niño generalice los comportamientos apropiados o que el comportamiento inapropiado regrese luego de la intervención conductual en estos casos es aconsejable un tratamiento como este que permite que el niño aprenda dentro de un ambiente interactivo como los deportes, actividades artísticas o el aprendizaje de tareas específicas.

Terapia de juego

La terapia de juego, es otro instrumento de intervención utilizado ampliamente en niños con comportamiento disruptivo como el trastorno negativista desafiante, a través del juego  se busca establecer una relación de confianza entre el niño y el terapeuta de juego, que el niño obtenga insight  dentro de su estilo de vida, para provocar cambios en su comportamiento.

Terapia de grupo

La terapia de grupo con los compañeros a menudo se enfoca en desarrollar y utilizar las capacidades sociales e interpersonales para desarrollar las competencias adaptativas de los niños y adolescentes con el trastorno negativista desafiante.

Medicamentos

El uso de medicamentos en los niños con trastorno negativista desafiante al igual que otros trastornos como el déficit de atención o el trastorno del espectro autista son utilizados como último recurso cuando es necesario.

A pesar de los avances que ha tenido la psicología, se habla muy poco del trastorno negativista desafiante. Quizás debido a que muchos de los comportamientos inapropiados en los niños están relacionados con un bajo rendimiento escolar o trastornos del estado de ánimo, es decir que se le suele asociar a otros factores, por ejemplo en los últimos años a tomado gran relevancia el trastorno del espectro autista y en muchos casos  se le atribuye este diagnóstico a un niño por mostrar pocas habilidades de interacción social por ejemplo un niño retraído, en otros casos se le atribuye un trastorno de hiperactividad con déficit de atención a un niño debido a que se corretea dentro del salón de clases y que al parecer no presta atención a la maestra sin embargo en ambos casos luego de una evaluación clínica se ha llegado a la conclusión de que los niños no encajan dentro de los criterios diagnósticos para dichos trastornos. Debido a que los comportamientos disruptivos se presentan en varios contextos, suelen afectar el rendimiento académico y por lo tanto en muchos de los casos la intervención se centra en los aspectos del aprendizaje más que en la conducta, es bueno recordar que el trastorno negativista desafiante, no solo tiene un aspecto comportamental, sino que gran parte del problema se asocia con las emociones, por tanto, el diagnóstico y la elección del tratamiento debe ir dirigidos no solo a corregir el comportamiento sino también en enseñarle al niño a manejar las emociones.

Al trabajar en un centro que se enfoca en niños  con necesidades especiales como son niños con Trastorno del Espectro Autista, Parálisis Cerebral y Síndrome de Down, uno se da cuenta que la variedad en la búsqueda de ayuda por parte de los padres es muy amplia. En muchos de los casos uno puede ver que la mayor dificultad para superar los problemas que agobian a las familias no se encuentra ni en la evaluación, ni el diagnostico, sino en la elección del tratamiento y el seguimiento que  debe darse, por ejemplo; he visto casos de niños que son evaluados una y otra vez dando como resultado el mismo diagnostico una y otra vez, sin embargo no se precisa si hubo un tratamiento y un seguimiento debidamente estructurado. Por lo general a los padres se les entrega una lista con las recomendaciones que hace el evaluador aunque acertadas por si mismas no pueden ser de ayuda si los padres no saben cómo aplicarlas. Cambiar años de mal comportamiento no es tarea fácil y requiere de la participación de todas aquellas personas que forman parte del entorno del niño, el profesional juega un papel importante en la intervención pero los resultados positivos requieren del compromiso de los padres, maestros y todas aquellas personas que puedan colaborar para mejorar la calidad de vida del niño o adolescente.

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