Aprenda a cocinar aves.
Al igual que la carne, el pescado y los huevos, las aves son proveedoras de proteínas. Pueden comprarse vivas o acabadas de matar. Si se compran congeladas, deben cocinarse después de descongeladas.
Para preservar aves frescas en el congelador, límpielas primero, séquelas bien y envuélvalas enteras por porciones en papel encerado. Los menudos una vez limpios, pueden congelarse con el ave entera, dentro de la cavidad de la misma o por separado. Al calcular la cantidad de ave que debemos comprar para una comida, hay que tener en cuenta el tamaño del ave. Por ejemplo, pollos chicos, para freír, de menos de tres libras, pueden calcularse de ¼ a ½ pollo por persona. Los pollos de más de tres libras se calculan de ¾ a 1 libra por persona. Los pavos de ½ a ¾ libra para cada comensal. Desde luego, estos pesos son de aves ya limpias.