viernes, 14 de agosto de 2020

SUEÑOS ROTOS

 LA PANDEMIA A DEJADO UN MONTÓN DE SUEÑOS ROTOS 

 “Echa sobre Jehová tu carga, y él te sustentara, no dejara para siempre caído al justo” Salmo 55:22.

Por: Lic. Cesar Ramos (Psicólogo Clínico)

ITB.

Diciembre 2019, estoy pensando en todas las cosas que quise y pude lograr durante el año, me siento con muchas ganas de seguir a delante, tengo planes para el 2020, “si tengo muchos planes” he estado ahorrando para financiar un carro nuevo, pienso que es justo disfrutar del esfuerzo de todo un año de trabajo entregando 12 horas por seis días a la semana. Estoy contento porque he superado todos los obstáculos y porque siento que viene una nueva etapa en mi vida, voy a hacer un cambio de trabajo  y eso me permite pensar en mudarme, también tengo planes de volver a la universidad y comenzar una maestría. Como cada año antes de año nuevo saco un momento para escribir mis propósitos para el próximo año, en mis planes he incluido lo antes mencionado, (carro, mudanza, maestría y un nuevo empleo) también he incluidos otros aspectos como: mejorar mi salud, mis finanzas y comenzar a invertir, de ultimo y no menos importante incluí en mi lista mejorar mi relación con mi familia.

Para mí, al igual que para muchos, el 2019 fue un año que termino con muchas ilusiones, metas y proyectos que concluir o comenzar en el 2020. Festejamos y compartimos alegrías con nuestras familias, nuestros amigos y compañeros. El 2020 no comenzó como esperábamos, aun cuando escuchamos que en china y otras partes del mundo un virus mortal se movía con rapidez, en América Latita tratábamos se seguir con nuestras vidas, muchos de nosotros intentamos seguir a delante con nuestros planes., entre enero y febrero empezamos a ver la realidad de la situación, la pandemia estaba sobre nosotros y muchos pensábamos que a lo mejor sería algo temporal, que a lo mejor sería algo que terminaría en un fin de semana o cuanto mucho tomaría un mes, pero de ninguna manera fue así, ya estamos a mitad de agosto y aun no vemos la luz al final del túnel. La mayoría de nosotros ha perdido algo en medio en estas circunstancias, muchos de nosotros hemos tenido que aplazar nuestros planes y aceptar que muchos planes no serán cumplidos.

Falta un poco más de un tercio para terminar el año y aún no sabemos si tendremos algo que celebrar al finalizar el 2020, tal vez lleguemos al 31 con un cajón de sueños rotos, tal vez nuestras frustraciones sean notables. No podemos negar esa realidad, pero también es cierto que el ánimo con el que terminemos este año o con el que empecemos el 2021 dependerá de nosotros, yo sé que dependerá de mí y de mi capacidad para afrontar mi situación y que mi deseo de continuar debe ser mayor que mi deseo de rendirme.

Tal vez no tengas el carro que soñaste tener este año, es posible que no puedas terminar tus estudios en este tiempo, no pudiste irte de viaje como tenías planeado, pero tienes la vida y con la vida tienes muchas oportunidades por venir, en lo personal no me siento ser una víctima de las circunstancias, me he declarado ser un guerrero y estoy dispuesto a seguir aferrado a mis sueños y a crear las oportunidades que necesito. El transcurso de este año, ha sembrado muchas dudas en nuestros corazones, la incertidumbre es enorme, no sabemos cuándo esto terminara, muchas personas se encuentran desempleadas y muchas otras no saben si podrán conservar sus empleos, pero aunque estés preocupado quiero compartir esta declaración contigo, el Salmo 55:22 dice: “Echa sobre Jehová tu carga, y él te sustentara, no dejara para siempre caído al justo”. Pon tu confianza en Dios y pronto veras como tus sueños florecerán, veras que serás más fuerte y más sabio de lo que eres ahora, no tenemos sueños rotos, tenemos fragmentos de un plan mayor puestos en las manos de Dios. Saca un momento de tu tiempo para animar a alguien más, para decirle que no se rinda, que no de las cosas por perdidas, anímale, estrecha su mano si tienes la oportunidad, pon la mano en su hombro o envíale un mensaje de aliento, dile que no está solo, dile que Dios está con él o ella, dile que Dios está a nuestro lado y nos ayudara, él nos dará las fuerzas para empezar de nuevo.

Solo me queda bendecir tu vida e invitarte a compartir este mensaje, tal vez sea una buena manera de decirle a alguien que no se rinda y que no está solo. Gracias por visitar mi blog y espero ver tu comentario  debajo de esta post. Dios te bendiga.

miércoles, 12 de agosto de 2020

¿Dónde están las llaves?

 ¿Dónde están las llaves?

¿Dónde están las llaves? Cada minuto cuenta y yo sigo buscando las llaves “Dios mío pienso” ¿Qué puedo hacer ahora? Pienso en la excusa que voy a dar.

Por: Lic. Cesar Ramos. (Psicólogo Clínico)

ITB


Luego de haberme preparado, salir del baño, ponerme la ropa, verificar una y otra vez que todo está en orden y ver que no me falta nada (mi cartera, mis papeles) en fin de asegurarme que todo está bien. El momento de salir a llegado, justo en ese instante noto que falta algo, ¿Dónde están las llaves? En ese momento todo cambio, empecé a sentir ansiedad, comencé a preocuparme, tenía todo planeado para llegar a tiempo y ahora corro el riesgo de llegar tarde, ¿Qué puedo hacer? Empiezo a buscar sobre la mesa de noche y allí no están las llaves, sobre el gabetero, en el pantalón que tenía puesto antes, busque en el cesto de la ropa sucia, detrás de la cama, el tiempo seguía corriendo y comencé a sudar, ¿se me habrán perdido en la calle? No es posible porque con ellas abrí la puerta pero se me pudieron haber quedado pegadas al llavín, verifico y no hay nada, busco en la sala, incluso en la cocina y no las encuentro, siento como que algo en mí no está completo. Se lo que debo hacer pero siento que no puedo hacerlo, una sensación de impotencia, ¿cómo podría cerrar la puerta o como podría arrancar el carro? ¿Voy a llegar tarde” es lo único que pienso, “que torpe he sido” pienso ¿Cómo pude extraviar las llaves en un momento así?

¿Dónde están las llaves? ¿Cómo unas llaves extraviadas pueden causar tantos estragos? Muchas veces pensamos que nuestra vida está en orden y que tenemos todo controlado, hasta que nos damos cuenta que algo nos falta, en ese momento nuestra percepción de la cosas dejan de ser lo mismo, comenzamos a dudar de nuestras capacidades y nos abruma la idea de fallar. No es que sea algo raro ver que alguien perdida una oportunidad,  llegue tarde a una entrevista o incumpla en el trabajo por alguna circunstancia, pero esto no es algo que esperamos que ocurra cuando lo hemos hecho todo para estar preparados, cuando hemos pensado en todos los detalles, no perece ser algo justo, es como si el universo estuviera en nuestra contra.

¿Dónde están las llaves? Cada minuto cuenta y yo sigo buscando las llaves “Dios mío pienso” ¿Qué puedo hacer ahora? Pienso en la excusa que voy a dar: tuve un inconveniente y por eso no pude llegar a tiempo, esta no parece una buena excusa, tengo que pensar en algo mejor: se me poncho un neumático o mejor digo la verdad: no encontré las llaves y por eso no pude salir de casa, pero esta excusa suena aun peor, si digo esto, me verán como un inepto, ¿Cómo es posible que alguien pierda sus llaves en su propia casa, ni pensarlo… ¿Por qué algo como esto puede influir tanto en mí? Me siento, y empiezo a notar que mis manos tiemblan, estoy sudando y me quedo sin aire, en ese momento siento como un fuerte dolor de cabeza atraviesa mi lóbulo frontal, empiezo a hacer un mapa mental de todo lo que estuve haciendo (abrí la puerta, pase directamente a la habitación, me puse cómodo, luego fui a la cocina y busque algo de comer, me senté en la computadora para darle los toques finales al material que debo entregar, escogí lo que me pondría, arregle todo, fui al baño, Salí, me vestí y me prepare para salir, estaba tan entusiasmado, que pensé que nada podría salir mal, pero el tiempo se acaba y estoy  a punto de no llegar a tiempo.

¿Dónde están las llaves? A si de vulnerables podemos llegar a ser, sentir que nos falta algo o alguien puede alterarnos y desestabilizar nuestras emociones, sobre todo cuando tenemos una falsa sensación de control, cuando nos damos cuenta de que no somos perfectos suele ocurrir el milagro, al pensar por un momento en los frágiles que somos, metí la mano en el bolsillo, “Eureka” allí están las llaves, pero ¿Cómo es posible? Es más fácil de lo que parece, a este fenómeno se le conoce como efecto túnel, consiste en estar impedidos de ver más allá de lo que tenemos en frente: estuve tan entusiasmado con hacer todo bien, prepararme y llegar a tiempo que empecé a actuar de manera automática, quizás has visto a alguien preguntar por su celular teniéndolo en sus manos, ese también es un ejemplo del efecto túnel.  En un instante, no pude ver más allá de mí y al sentirme en riesgo de fallar, mi mente me jugo una mala pasada. La próxima vez que no encuentre mis llaves, me asegurare primero de revisar mis bolsillos, no me gustaría caer dos veces en la misma trampa.

Espero que este tema te haya servido para reflexionar un poco acerca de que tan infalible puedes ser o que tan vulnerable eres, la vida tiene muchas maneras de enseñarnos a ser mejores personas, alguien dijo una vez que si “la lección se repite es porque aún no hemos aprendido” comparte, comenta y regresa para ver otros temas interesantes. Muchas gracias!