SERENO Y FIRME
“Quien se mantiene sereno y firme, no
lo abaten los acontecimientos”
Mantener la calma en medio de la
tormenta no es tarea fácil. Imagina que navegas a bordo de una barca en alta
mal, aun cuando sabes que estas lejos de tierra firme, estas tranquilo y
relajado pues sabes que mientras el agua no entre a la barca todo estará bien,
incluso si se levanta una tormenta, seguirás tranquilo mientras tu barca siga a
flote, lo difícil empieza cuando te das cuenta de que el agua comienza a entrar
en la barca, ¿Qué pasara de mi ahora? Te preguntarías…
En una ocasión Jesús iba sobre una
barca, no estaba solo, estaba acompañado de hombres con experiencia en
navegación, se levanto una tormenta y estos hombres empezaron a dudar, tuvieron
miedo y sintieron el terror en sus corazones, entonces alguien notó algo
inusual, noto que Jesús estaba profundamente dormido, se preguntaría ¿Cómo es
posible que duerma tranquilamente en medio del desastre? Uno de los
acompañantes se atrevió a despertarlo y le dijo: - ¡Señor sálvanos! ¡Nos
estamos hundiendo! Hay una diferencia muy grande entre dar un paseo en un día soleado
y estar hundiéndose en medio del océano, en ese momento quisieras ver una mano
que te sostenga, escuchar una voz decirte ¡tranquilo, no estas solo! Pero
cuando todo se oscurece y no encuentras donde apoyar tus pies el miedo se
apodera de ti; deudas, desempleo, enfermedad, problemas con sustancias,
problemas en tu relación etc., entrando en la barca, hacen que te olvides quien
te acompaña.
Jesús - ¿Por qué tanto miedo? ¡Que
poca fe tienen ustedes! Luego se levantó y ordenó a los vientos y al mar y todo
estuvo quieto, alguien preguntó - ¿Quién es será este, que hasta los vientos y
el mar lo obedecen? Ese hombre era Jesús que iba en la barca, ¿sabes tu quien
esta junto a ti en la barca? Es el mismo que ordenó a los vientos y al mar, ese
es el mismo que con el poder hacer un antes y después en nuestras vidas, se
mantuvo sereno en medio de la tormenta y tuvo la firmeza para estar de pie y
cambiar el clima. No seas como aquellos hombres que no fueron capaces de
discernir quien estaba con ellos. Mantén la fe, tu barca no se hundirá y por su
palabra vendrán tiempos mejores, si Jesús subió a la barca ten fe en que
llegaras seguro aun cuando se levante la tempestad.
Gracias por acompañarme en un momento
de reflexión, te envío un abrazo psicológico y espero que Dios bendiga tu vida,
tu familia y tus planes…
Lic. Cesar Ramos.
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ITB.