lunes, 12 de octubre de 2009

Cada uno debe velar no solo por sus propios intereses...

Esto es lo que pido.

Esto es lo que pido en oración; que el amor de ustedes abunde cada vez mas en conocimiento y en buen juicio, para que disciernan lo que es mejor, y sean puros e irreprochables para el día de Cristo, llenos del fruto de justicia que se produce por medio de Jesucristo para gloria y alabanza de Dios. Fil 1:9-11.

Pase lo que pase, compórtense de una manera digna del evangelio de Cristo. Fil 1:27.

Cada uno debe velar no solo por sus propios intereses, sino también por los intereses de los demás. La actitud de ustedes debe ser como la de Cristo, quien siendo por naturaleza Dios, no considero el ser igual a Dios como algo a que aferrarse. Fil 2:4-6.

No es que lo haya conseguido todo, o que ya sea perfecto. Sin embargo, sigo adelante esperando alcanzar aquello para lo cual Jesús me alcanzo a mi. Hermanos no pienso que yo mismo lo haya logrado ya. Mas bien una cosa hago: olvidando lo que queda atrás y esforzándome por alcanzar lo que esta delante, sigo avanzando hacia la meta para ganar el premio que Dios ofrece mediante su llamamiento celestial en Cristo Jesús. A si que, ¡escuchen los perfectos! Todos debemos tener este modo de pensar. Y si algo piensan de forma diferente, Dios les hará ver esto también. Fil 3:12-15.

Por encima de todo, vístanse de amor, que es el vínculo perfecto. Col. 3:14.

Compórtense sabiamente con los que no creen en Cristo, aprovechando al máximo cada momento oportuno. Que su conversación sea siempre amena y de buen gusto. Así sabrán responder a cada uno. Col. 4:5-6.

Esposas, sométanse a sus esposos, como conviene en el Señor. Esposos, amen a sus esposas y no sean duros con ellas. Hijos, obedezcan a sus padres en todo, porque esto agrada al Señor. Padres, no exasperen a sus hijos, no sea que se desanimen. Col. 3:18-21.
Por lo tanto, como escogidos de Dios, santos y amados, vístanse de afecto entrañable y de bondad, humildad, amabilidad y paciencia, de modo que se toleren unos a otros y se perdones si alguno tiene queja contra otro. Así como el Señor los perdono, perdonen también ustedes. Col. 3:12-13.

Pedimos que Dios les haga conocer plenamente su voluntad con toda sabiduría y comprensión espiritual, para que vivan de manera digna del Señor, agradándole en todo. Esto implica dar fruto en toda buena obra, crecer en el conocimiento de Dios y ser fortalecidos en todo sentido con su poder. Así permanecerán con paciencia en toda situación. Col. 1:9b-11.

Alégrense siempre en el Señor. Insisto: ¡alégrense! Que su amabilidad sea evidente a todos. El Señor esta cerca. No se inquieten por nada; mas bien, en toda ocasión con oración y ruego, presenten sus peticiones a Dios y denle gracias. Y la gracia de Dios que sobrepasa todo entendimiento, cuidara sus corazones y sus pensamientos en Cristo Jesús. Fil 4:4-7.

Hermanos, consideren bien todo lo verdadero, todo lo agradable, todo lo justo, todo lo puro, todo lo amable, todo lo digno de admiración, en fin, todo lo que sea excelente o merezca elogio. Fil 4:8.

La voluntad de Dios es que sean santificados; que se aparten de la inmoralidad sexual; que cada uno aprenda a controlar su cuerpo de una manera santa y honrosa, sin dejarse llevar por los malos deseos como hacen los paganos que no conocen a Dios. 1-tes. 4:3-5.

Hermanos, les pedimos que sean considerados con los que trabajan arduamente entre ustedes, y los guían y amonestan en el Señor. Trátenlos en alta estima, y ámenlos por el trabajo que hacen. Vivan en paz unos con otros. Hermanos, también les rogamos que amonesten a los holgazanes, estimulen a los desanimados, ayuden a los débiles y sean pacientes con todos. 1-tes. 4:12-14.

Prologo.

Estas fueron instrucciones de Pablo dadas a las iglesias de Filipos, Colosas y Tesalónica. Estos pasajes se encuentran distribuidos en estas cartas y encierran el mensaje central de Pablo a la iglesia en esos momentos. El propósito de Pablo es instruir a la iglesia para llevarles al conocimiento de la plenitud de Cristo y fortalecer los fundamentos de la iglesia, una de las instrucciones de pablo con relación a las cartas es que el pide que sean leídas en las demás iglesias no solo en aquella a la cual se envió sino que se divulgara en las demás, de hecho, el incentiva a intercambiar las cartas para no tener que escribir lo mismo. Así es como este mensaje llego asta nosotros a través de muchos años donde cuyo mensaje no pierde vigencia. Dios en su gracia y misericordia me permitió recopilar estas instrucciones en este material en un momento en el cual le pedía, me mostrase cual era el mensaje que debía escuchar nuestra iglesia, así que para mí fue un gozo cuando me encontré de manera accidental desde un punto de vista humano transcribiendo estos pasajes de manera coherente como si se me estuviera dictando una carta, pero al verlo desde un punto de vista espiritual siento la mano de Dios guiándome a hacer su voluntad.