“Por
el bien de los dos”
“Tu
relación debería ser un refugio seguro, no un campo de batalla. El mundo ya es
duro”. (Anonimo)
¿Al mismo nivel?
¿Cuál de los dos quiere
hacerse con la supremacía y optar por el título de macho alfa, hembra alfa? muchas
relaciones se ven empañas por una lucha de poder, en la que ambos pretenden
querer dirigir la relación esperando que las cosas se hagan a su manera,
creando con esto tanta fricción al punto de romper todo. Machismo o feminismo,
poder masculino o poder femenino, en mi opinión son términos válidos para
personas individualistas, que velan por sus propios intereses, pero por el
contrario pienso que estos temimos no son aplicables en el contexto de una relación
de pareja.
Pensemos por un momento
en el comportamiento de los leones, el rey de la selva es un ser territorial a
menudo se le ve contender con otros machos por defender su territorio, la leona
por su parte se le ve proteger a la manada, es la responsable de alimentar y
educar a los más jóvenes, enseñarles a cazar y defenderse. El macho cumple con
su rol, defendiendo y cuidando su territorio de rivales y posibles depredadores
y la hembra cuida y protege la mañana, ambos son reyes, no rivales.
Trabajar juntos por un
mismo propósito, es más provechoso que andar tirando de la cuerda en vía
contraria. Defender juntos, proveer juntos, caminar juntos en una misma dirección.
Observar,
aprender, mejorar.
Nuestra vida está
estrechamente ligada a un aprendizaje constante, este aprendizaje es el que nos
permite adaptarnos a nuevas situaciones, nos permite superar las dificultades. Con
excepción de algunos, la mayoría de los seres humanos nacen y crecen dentro de
un contexto familiar, alguno más o menos estructurado que otro, también se crece
dentro de un contexto social y cultural que influencia nuestro carácter y comportamiento
etc. Aun cuando se cuente con un modelo de familia adecuado, ya sea porque
nuestros padres hayan sido un ejemplo o porque en teoría sepamos lo que es una
familia, nada de eso nos ha preparado para vivir en pareja y tener éxito. La observancia
constante del propio comportamiento y no el del otro, es lo que nos lleva a
aprender y mejorar dentro de la relación; mejorar aspectos como las formas de expresión,
los hábitos, actitudes y aprender a manejar nuestras emociones hacen que la relación
sea más llevadera. Cuando tomamos la postura de no cambiar y de que el otro
debe aceptarnos tal como somos aun cuando sabemos que obramos mal, mina la relación
de conflictos y malos entendidos, por el contrario, una postura flexible y
receptiva, abierta al cambio promueve una dinámica familiar relacional
saludable.
Un
lugar para dos.
El hogar debe ser un
lugar adecuado para todos, un lugar en el que ambos se sientan a gusto. Un lugar
hecho a la medida de uno, basado en gustos individuales es una invitación para
que el otro busque en otro lugar lo que le acomoda. La capacidad de adaptación es
una de las cualidades superiores del ser humano, pero cuando las
inconformidades con el entorno sobrepasar la capacidad de adaptación el
individuo, este abandona el entorno para ir en busca de otro más saludable. Una
relación de pareja basada en igualdad de condiciones, trato justo, ideales
compartidos y dirigidos por un mismo norte, debería ser un lugar adecuado para
que ambos se sientan a gusto.
Por el bien de los dos,
es necesario que ambos puedan verse al mismo nivel, ninguno es más importante
que el otro, utilizar las fortalezas propias para ayudar al otro y ver las
debilidades del otro como las propias debilidades para juntos encontrar la
forma de enfrentar y superarlas, asumir el rol que le corresponde; aun cuando
ambos trabajan y produzcas pueden compartir diferentes roles dentro de la
familia según lo requiera la situación. También es importante observar nuestro
comportamiento; regularmente debemos tener momentos de introspección para buscar
aquellas áreas que podemos mejorar por nuestro propio bien y por el bien de la relación,
una relación de pareja no es como encajar una pieza en el lugar para el que fue
diseñado, una relación de pareja es dinámica y cambia constantemente, muchas
veces hasta lo que fue bueno deja de serlo después de un tiempo y por eso
estamos sujetos a realizar cambios. Por último, una relación de pareja debe
contar con una buena base, es decir tener un buen sistema de valores que guie
la relación, las cosas materiales como un carro, una nevera o un aire
acondicionado se dañan después de un tiempo y puede ser remplazadas fácilmente,
las personas, los sentimientos y las experiencias vividas no se pueden cambiar
tan fácil. “Ya el mundo es un lugar difícil” es un lugar lleno de hostilidades,
muchas veces lo que se desea es apartarse del ruido, al menos por esas pocas
horas que duramos en casa queremos sentir que estamos a salvo, que formamos
parte de algo distinto y que podemos abrázanos a la idea de que estamos seguros
al lado de ese alguien especial que hemos elegido para que forme parte de
nuestras vidas en el contexto de una relación sólida.
“siempre
se vuele a lugar donde se fue feliz”
Lic.
Cesar Ramos.
Intimo-tb.blogspot.com
ITB
Me casé pensando estos mismos ideales, pero viví el peor de los infiernos, casi como una cárcel diria yo, sin voz ni voto ni ningún poder decisión para nada, tenía controlado hasta el aire que respiraba. De ser así, prefiero mil veces sola que mal acompañada.
ResponderEliminarBUENAS TARDES Y BENDICIONES....
ResponderEliminarGracias por tu comentario. a la verdad que entre la espectativa y la realidad hay un largo trecho y no siempre las cosas salen como uno quiere...
las experiencias vividas nos valen para tomar mejores decisiones y elegir mejor. No permitas que una mala experiencia limite tu vida en cualquier aspecto y no permitas que cambie tu vision de lo que es la familia y el matrimonio...