La depresion y el suicidio en la adolescencia.
Por: Cesar A. Ramos.
Psicologo Clinico.
cesarramos77@hotmail.com
Psicologo Clinico.
cesarramos77@hotmail.com
Cap. 1. La historia de Roberto:
¨las cosas en mi vida estaban yendo muy bien. Acababa de recibir mi certificado de secundaria e iba a comenzar un nuevo trabajo en una semana. Todos en mi familia estaban muy orgullosos de mí, pero interiormente yo me sentía muy mal¨.
¨Al comienzo me sentía triste todo el tiempo y sin razón. Luego la tristeza se convirtió en ira y comencé a tener peleas con mi familia y amigos. Me sentía muy insatisfecho de mi mismo, como si yo no fuera lo suficientemente bueno para nadie. Me llaqué a sentir tan mal que deseaba acostarme y no despertar nunca mas¨.
¨Mi hermano mayor, a quien yo siempre admire. Se dio cuenta de los cambios que estaban ocurriendo en mí. Me dijo directamente que le parecía que yo tenia depresión y que debía hablar con un medico al respecto. A mi no me gusta ir donde médicos, y pensé ¨de ninguna manera iré a ver a un medico por eso¨.
¨pero unas semanas después también comencé a tener problemas en el trabajo. Al comienzo faltaba porque no había podido dormir la noche anterior. Cuando me despidieron me di cuenta que tenia que seguir el consejo de mi hermano y obtener ayuda¨.
Cap. 2. La depresión.
2.1. ¿Qué es la depresión?
Existen variaciones anormales y normales del ánimo, por ejemplo, los sentimientos transitorios de tristeza, desesperanza o desilusión son normales y comunes en la vida de todas las personas. Por esto resulta importante la clara diferenciación entre estas respuestas normales de adaptación a la experiencia, perdidas o frustraciones de la vida diaria, con las manifestaciones clínicas de la depresión.
2.1.2. La depresión:
· Debe tener una duración de por lo menos dos semanas.
· No debe ser atribuible al uso de sustancias psicoadictas o a otro trastorno mental orgánico.
· Ocurre en ausencia de síntomas maniacos. De estar presentes los síntomas de manía entonces estamos frente a lo que el DSM IV-TR cataloga como un trastorno bipolar.
· Presenta una variedad de manifestaciones clínicas, que se pueden ordenar en los siguientes grupos.
2.1.3. Del estado de ánimo.
Tristeza, falta de motivación, desgano, desesperanza, baja reactividad frente a hechos agradables o desagradables, perdida de interés y placer, disminución de la capacidad de disfrutar, sensación de vacío, sensación de pérdida de sentimientos, apatía, tensión, ansiedad o irritabilidad.
2.1.4. Del pensamiento.
Disminución de la concentración, indecisión, fallas de memoria, pérdida de confianza y autonomía, sensación de torpeza, inutilidad o impotencia, sentimientos de culpa, reproches excesivos, pesimismo, desesperación, deseos de muerte e ideación suicida.
2.2. De la actividad psicomotora.
Inhibición; lentitud de movimientos corporales (hasta el estupor), falta de expresión facial, comunicación empobrecida.
Agitación; inquietud, impaciencia, hiperactividad ansiosa a veces incontrolable.
2.3. Manifestaciones somáticas.
2.3.1. Cambios de las funciones y ciclos vitales básicos:
Alteración del sueño con insomnio de despertar precoz (despierta con angustia, pensando en problemas y tareas, con ánimo inquieto, pesimista y sombrío) o con hipersomnia (dormir en exceso).
Disminución del apetito o aumento (menos frecuente), con cambios importantes en el peso corporal. Disminución del deseo sexual con desinterés y escasa libido.
2.3.3. Cambios en la vitalidad:
Cansancio, fatiga, abatimiento, disminución de energía, falta de fuerza.
2.3.4. Sensaciones corporales:
Dolores (cabeza, espalda, osteomusculares) y malestares, sensación de opresión en el pecho, frio, pesadez en las extremidades y otro tipos de sensaciones poco claras y no bien diferenciadas.
2.3.5. Sistemas viscerales:
Molestias gastrointestinales, cardiovasculares o ginecológicas y otros síntomas similares relativos a algún sistema corporal.
Cap. 3. El trastorno depresivo mayor.
3.1. Características.
Se caracteriza por uno o más episodios depresivos mayores (p. ej., al menos dos semanas de estado de ánimo depresivo o perdida de interés acompañado por al menos otros cuatro síntomas de depresión).
3.2. Categoría.
El trastorno depresivo mayor pertenece a los trastornos del estado de ánimo contenidos en el manual diagnostico y estadísticos de los trastornos mentales (DSM-IV TR) para ser diagnosticado propiamente como un trastorno y no solo como la presencia de cierta variación en el estado de ánimo del sujeto, este, tiene que cumplir con 5 o más de estos criterios durante un periodo de más de dos semanas.
3.3. Episodio depresivo mayor.
La característica esencial de un episodio depresivo mayor es un periodo de al menos dos semanas durante el que hay un estado de ánimo deprimido o una pérdida de interés o placer en casi todas las actividades. En los niños y adolescentes el estado de ánimo puede ser irritable en lugar de triste. El sujeto también debe experimentar al menos otros cuatro síntomas de una lista que incluye cambios de apetito o peso, del sueño y de la actividad psicomotora; falta de energía; sentimientos de infravaloración o culpa; dificultad para pensar, concentrarse o tomar decisiones, y pensamientos recurrentes de muerte o ideación, planes o intentos suicidas.
3.4. Criterios para el diagnostico depresivo mayor.
A. Presencia de cinco (o más) de los siguientes síntomas durante un periodo de 2 semanas, que presentan un cambio respecto a la actividad previa; uno de los síntomas debe ser (1) estado de ánimo depresivo o (2) pérdida de interés o la capacidad para el placer.
1. Estado de ánimo depresivo la mayor parte del día, casi cada día según lo indica el propio sujeto (p. ej., llanto).
2. Disminución acusada del interés o de la capacidad para el placer en todas o casi todas las actividades, la mayor parte del día, casi cada día.
3. Pérdida importante de peso sin hacer régimen o aumento de peso (p. ej., Un cambio de más del 15% del peso corporal en 1 mes), o perdida o aumente del apetito casi cada día.
4. Insomnio o hipersomnia casi cada día.
5. Agitación o enlentecimiento psicomotores casi cada día (observable por los demás, no meras sensaciones de inquietud o de estar enlentecido).
6. Fatiga o pérdida de energía casi cada día.
7. Sentimiento de inutilidad o de culpa excesiva o inapropiada.
8. Disminución de la capacidad para pensar o concentrarse, o indecisión, casi cada día.
9. Pensamientos recurrentes de muerte, ideación suicida recurrente sin un plan específico o una tentativa de suicidio o un plan específico para suicidarse.
B. Los síntomas no cumplen los criterios para un episodio mixto (maniaco depresivo).
C. Los síntomas no son debidos a los efectos fisiológicos directos de una sustancia (p. ej., Una droga, un medicamento) o una enfermedad medica (p. ej., hipotiroidismo).
D. Los síntomas no se explican mejor por la presencia de un duelo (p. ej., después de la pérdida de un ser querido), los síntomas persisten más de 2 meses o se caracterizan por una acusada incapacidad funcional, preocupaciones mórbidas de inutilidad, ideación suicida, síntomas psicóticos o enlentecimiento psicomotor.
Cap. 4. La relación que existe entre la depresión y el suicidio.
La relación que existe entre la depresión y el suicidio es bastante alta y afecta a todos por igual. La gran cantidad de jóvenes y adolescentes que atenta contra su vida es muy alta en estos tiempos y va en aumente la cantidad de hispanos jóvenes que intentan quitarse la vida a diario en sociedades de América latina y centro América.
4.1. La falta de reciliencia.
La falta de reciliencia por parte de la población más vulnerable como lo es la clase adolescente empeora esta situación, la falta de oportunidades, las restricciones constantes y la incertidumbre por un futuro incierto aumenta el estrés cada día entre los jóvenes, un estrés psicológico el cual muchas veces no puede ser manejado por estos. Situaciones estresantes que se presentan cada día, las cuales no pueden ser controladas por estos tan fácilmente.
4.2. El trastorno depresivo mayor tal como lo presenta el DSM-IV TR.
El trastorno depresivo mayor tal como lo presenta el DSM-IV TR, es un desequilibrio emocional de marcada persistencia que afecta todas las esferas del sujeto: social, laborar, familiar etc. Este estado de tristeza y dejadez que padece el individuo en su diario vivir y la falta de nuevas experiencias, sensaciones emocionales diferentes, que las demás personas podemos sentir y experimentar, estas, le dan un toque innovador a nuestra existencia.
4.3. Un caso hipotético.
Imaginemos a alguien sin uno de sus sentidos, (p.ej., el tacto) no sabe cuando está tocando algo suave o tosco, frio o caliente, no puede sentir dolor pero tampoco puede sentir el placer de una caricia. Es decir, al menos de que pueda percatarse de la situación en la que se encuentra no podrá reaccionar de forma adecuada y aun así no será capaz de reaccionar de forma adecuada, pues no cuenta con la plena facultad de sus cinco sentidos. Así mismo aquel cuyas emociones han perdido la facultad de impactar en cualquier dirección que requiera la situación en la cual se encuentra el sujeto se puede decir que este ha sido inhabilitado emocionalmente ya que no puede responder de forma adecuada.
4.4. El suicidio, ¨una salida¨.
Muchos encuentran en el suicidio una salida a aquello que consideran como una desgracia (su propia existencia). La auto conmiseración, la falta de interés por las actividades, la dificultad para recibir placer, la idea de ser un fracaso, la sensación de ser un estorbo y la idea de no ser apreciados etc. Pueden traer como consecuencias pensamientos tales como; yo estoy de mas en este mundo, a mi nadie me quiere, soy u fracaso como persona, sería mejor no haber nacido.
A partir de entonces, el individuo puede empezar a desarrollar ideas extrañas acerca de si mismo, sobre los demás y el mundo. Estas ideas van dando forma a la búsqueda desesperada de una salida a su agonía, una salida a aquella sensación de desesperanza, a la falta de valía, una salida a la sensación de estar atrapado en una prisión de la cual es imposible salir mientras uno está vivo, la sensación de estar atrapado en un cuerpo incapaz de sentir placer, la sensación de querer escapar y dejar atrás el cuerpo de dolor y dejar libre el alma hacia un lugar donde todo es distinto, así, la muerte empieza a verse no como un acto de cobardía, sino, como la oportunidad de algo mejor, la salida que tanto anhela.
4.5. La muerte empieza a tener relevancia.
Así si la vida a perdido su sentido, la muerte empieza a tener relevancia, ya que ha perdido todo sentido y significado pensar en la vida, entonces dedicara ahora su tiempo a considerar la muerte y sus beneficios, considerar ¿qué hay después de la muerde?, considerar que hallara descanso en el universo de lo paranormal. En este punto, la ideación suicida, empieza a tomar forma y a dar frutos, el individuo por fin a encontrado algo que le produce place, a encontrado esperanza en la muerte, se siente seguro de que puede escapar de la vida, una vida carente de aquellos matices que él o ella necesita para continuar, es por eso que el suicida desarrollas planes estratégicos muy bien formulado acerca de su propia muerte. Dedica horas y horas pensando en un tema que ahora le apasiona, algo para lo que él considera que tentar éxito y no necesita de nadie, está obsesionado con la idea de morir.
4.6. Un estado virtual.
Ahora el individuo se encuentra en un estado virtual en el cual entra y sale de un mundo paralelo al nuestro, el mundo de los muertos. Siempre que se sienta desesperado, ahora puede escapar a si a el mundo de su fantasía, hacia la idea de ya tiene la solución, de hecho ahora incluso ya puede sonreír, y no está preocupado por el mañana, está concentrado en el hoy y no importa los problemas que traiga el mañana no podrán tocarle, no podrán herirle más etc.
Cap.5. El comportamiento suicida.
El comportamiento suicida abarca las siguientes manifestaciones;
5.1. El deseo de morir. Representa la inconformidad e insatisfacción del sujeto con su modo de vivir en el momento presente y que puede manifestar en fases como; ¨la vida no merece la pena vivirla¨, ¨lo que quisiera es morirme¨, para vivir de esta manera lo mejor es estar muerto¨ y otras expresiones similares.
5.1.2. La representación suicida. Constituida por imágenes mentales del suicidio del propio individuo, que también puede expresarse manifestando que se ha imaginado ahorcado o que se ha pensado ahorcado.
5.1.3. Las ideas suicidas. Consisten en pensamientos de terminar con la propia existencia y que pueden adoptar las siguientes manifestaciones:
· Idea suicida sin un método especifico.
· Idea suicida con un método inespecífico o indeterminado.
· Idea suicida con un método especifico no planeado.
· El plan suicida o idea suicida planificada.
5.1.4. La amenaza suicida. Consiste en la insinuación o afirmación verbal de las intenciones suicidas, expresada por lo general ante personas estrechamente vinculadas al sujeto y que harán lo posible por impedirlo, debe considerarse como una petición de ayuda.
5.1.5. El gesto suicida. Es el ademan de realizar un acto suicida. Mientras la amenaza es verbal, el gesto suicida incluye el acto, que por lo general no conlleva lesiones de relevancia para el sujeto, pero que hay que considerar muy seriamente.
5.1.6. El intento suicida. también denominado para suicidio, tentativa de suicidio, intento de autoeliminación o autolesión intencionada. Es aquel acto sin resultado de muerte en el cual un individuo deliberadamente, se hace daño a sí mismo.
5.1.7. El suicidio frustrado. Es aquel que, de no mediar situaciones fortuitas, no esperadas, casuales, hubiera terminado en la muerte.
5.1.8. El suicidio accidental. El realizado con un método del cual se desconocía su verdadero efecto o con un método conocido, pero que no se pensó que el desenlace fuera la muerte, no deseada por el sujeto al llevar a cabo el acto. También se incluyen los casos en los que no se previeron las complicaciones posibles, como sucede en la población penal, que se auto agrede sin propósito de morir, pero las complicaciones derivadas del actos le privan de la vida (inyección de petróleo en la pared abdominal, introducción de alambre hasta el estomago o por la uretra, etc.).
5.1.9. Suicidio intencional. Es cualquier lesión auto infligida deliberadamente realizad por el sujeto con el propósito de morir y cuyo resultado es la muerte. En la actualidad aun se debate si es necesario si el individuo desee morir o no, pues es este último caso estaríamos ante un suicido accidental, en el que no existen deseos de morir, aunque el resultado haya sido la muerte.
De todos los componentes del comportamiento suicida, los más frecuentes son las ideas suicidas, los intentos de suicidio y el suicido consumado, sea accidental o intencional.
Las ideas son muy frecuentes en la adolescencia sin que ello constituya un peligro inminente para la vida, sino se planifica o se asocia a otros factores, llamados de riesgo, en cuyo caso adquieren carácter mórbidos y pueden desembocar en la realización de un acto suicida.
El intento de suicidio es muy común entre los adolescentes con predisposición para esta conducta y se considera que por cada adolescente que comete suicidio, lo intentan cerca de 300.
Cap.6. Depresión y suicidio en la adolescencia.
6.1. La etapa de la adolescencia.
La adolescencia es definida como una etapa del ciclo vital entre la niñez y la adultez, que se inicia por los cambios puberales y se caracteriza por profundas transformaciones biológicas, psicológicas y sociales, muchas de ellas generadoras de crisis, conflictos y contradicciones, por esencialmente positivos.
De acuerdo con la organización mundial de la salud, la adolescencia es la etapa que trascurre entre los 10 y 19 años, considerándose dos fases; la adolescencia temprana de 10 a 14 años, y la adolescencia tardía de 15 a 19 años.
La adolescencia con independencia de las influencias sociales, culturales y étnicas, se caracteriza por eventos universales entre los que se destacan:
El crecimiento corporal evidenciable en el aumento de peso, estatura y los cambios en las formas y dimensiones corporales.
El aumento de la masa muscular y de la fuerza muscular, mas marcada en el varón, acompañado de un incremento de la capacidad de transportación de oxigeno, de los mecanismos amortiguadores de la sangre capaces de neutralizar de manera más eficiente los productos químicos derivados de la actividad muscular.
Desarrollo de la maduración sexual, con la aparición de las características sexuales secundarias y el inicio de la capacidad reproductora.
6.2. Los aspectos psicosociales.
Los aspectos psicosociales están integrados en una serie de características y comportamientos que en mayor o menor grado estarán presentes durante esta etapa de la vida que pueden resumirse de la siguiente manera:
Ø Búsqueda de sí mismo y de su identidad.
Ø Necesidad de independencia.
Ø Tendencia grupal.
Ø Evolución del pensamiento concreto al abstracto.
Ø Manifestaciones y conductas sexuales con desarrollo de la identidad sexual.
Ø Relaciones conflictivas con los padres que fluctúan entre la dependencia y la necesidad de separación de los mismos.
Ø Actividad social reivindicativa, tornándose más analíticos, con pensamientos simbólicos, en los que formulan hipótesis y llegan a conclusiones propias.
Ø Eligen una ocupación para la que necesitaran adiestramiento y capacitación para llevarla a la práctica.
Ø Necesidad de asumir un nuevo rol social como partícipe de una cultura o subcultura especifica.
No se pretende enumerar todas las características que definen esta etapa de la vida. Más bien se pretende dar una descripción generalizada esta etapa para así comprender mejor sus características antes de tratar de comprender el comportamiento suicida durante los años de la adolescencia.
Cap.7. Factores de riesgo suicida en la adolescencia.
Los adolescentes que intentaran el suicidio o se suicidaran se caracterizan por tener diversos factores de riesgo para esta conducta, entre los que se encuentran:
Provenir de medios familiares con desventaja social y pobreza educacional.
Estar más expuestos a situaciones familiares adversas que condicionan una niñez infeliz.
Presentar mayor psicopatología, incluyendo depresión, abuso de sustancias y conducta disociar así como baja autoestima, impulsividad, desesperanza y rigidez cognitiva.
Mayor exposición a situaciones de riesgo suicida o eventos vitales suicidogenos como las relaciones humanas tumultuosas, los amores contrariados o problemas con las autoridades policiales.
7.1. Factores culturales y socio demográficos.
Los problemas socioeconómicos, los bajos niveles educacionales y el desempleo son factores de riesgo para el comportamiento suicida debido a que limitan la participación social activa del adolescente, impiden la satisfacción de las necesidades más elementales y coartan la libertad de quienes los padecen.
Los factores asociados a la cultura adquieren una importancia capital en la conducta suicida entre las minorías étnicas, quienes se ven sometidas a un proceso de coloniaje cultural con pérdida de la identidad y sus costumbres y también se hace patente entre los inmigrantes.
7.2. Situaciones familiares y eventos vitales adversos.
La situación de la familia del adolescente suicida garantiza su infelicidad e impide su crecimiento emocional, pues son comunes;
Ø Presencia de padres con trastornos emocionales.
Ø Consumo excesivo de alcohol, abuso de sustancias y otras conductas disóciales en algunos de sus miembros.
Ø Antecedentes familiares de suicidio o intentos de suicidio y permisividad o aceptación de la conducta como forma de afrontamiento.
Ø Violencia familiar entre sus miembros, incluyendo el abuso físico sexual.
Ø Pobre comunicación entre los miembros de la familia.
Ø Exigencias desmedidas o total falta de exigencia con las generaciones más jóvenes.
Ø Llamadas de atención al adolescente que generalmente adquiere un carácter humillante.
Ø Incapacidad para abordar los temas relacionados con la sexualidad del adolescente, la selección vocacional y las necesidades de independencia.
7.3. Psicopatología del adolescente que constituye una predisposición a cometer suicidio.
Se considera que casi la totalidad de las personas que se suicidan son portadores de una enfermedad mental diagnosticable, lo cual ha sido ampliamente abordado en las investigaciones realizadas mediante las autopsias psicológicas. En los adolescentes este postulado también se cumple y se considera que la mayoría de los que se suicidan pudieron haber padecido algunas de las siguientes enfermedades:
· Depresión.
· Trastornos de ansiedad.
· Abuso de alcohol.
· Abuso de drogas.
· Trastornos de la personalidad.
· Trastornos esquizofrénicos.
Cap.8. ¨Más hispanas quieren morir¨
Un artículo publicado por el listín diario versión digital titulado ¨mas hispanas quieren morir, pone de manifiesto el aumento de incidentes protagonizados por adolescentes hispanas las cuales intentan quitarse la vida, según este articulo son más las hispanas que intentan quitarse la vida un 15% en comparación con un 6.2% las blancas y un 10.9% entre las afroestadounidenses.
El artículo publicado el día 4 de abrir del 2011 dicta de la siguiente manera: Los intentos de suicidio entre las adolescentes hispanas en la ciudad de Nueva York son más comunes que entre las blancas o afroestadounidenses, señalaron concejales y expertos ayer lunes durante una audiencia municipal.
El debate se centro en un sondeo emitido el año pasado por los centros de control y prevención de enfermedades (CDC, por sus siglas en ingles) que índico que, de las 9,469 estudiantes de bachillerato encuestadas, un 15% eran hispanas adolescentes que intentaron suicidarse en el 2010.
Las adolescentes blancas que intentaron quitarse la vida representaron 6.2% y las afroestadounidenses un 10%.
8.1. Consejo municipal.
La concejal dominicana Julissa Ferreras organizo la reunión en el consejo municipal porque se sintió alarmada por las cifras, explico. ¨El reporte fue de gran impacto para mí. Nuestra ciudad tiene temas muy importantes que discutir y este es uno de ellos¨, dijo Ferreras.
Aproximadamente 150,000 adolescentes neoyorquinos intentan suicidarse cada año y unos 70 logran su objetivo, según la oficina de salud mental.
Este articulo pone mucho de manifiesto, asumir que 150,000 adolescentes intento quitarse la vida el año pasado en la ciudad de Nueva York, no es nada alentador pero más aun, que las hispanas representen el 15%. De acuerdo a este porcentaje 22500 adolescentes hispanas que intentaron quitarse la vida durante el año 2010 fueron documentadas, sin embarga esta es solo la punta del iceberg ya que es mas lo que no se ve que lo que puede ser visto.
Cap.9. Manejo de la crisis suicida en el adolescente.
Ante una crisis suicida en el adolescente es de suma utilidad observar los siguientes principios:
v Tratarlo con respeto.
v Tomarlo en serio.
v Creer lo que nos está manifestando.
v Escucharle con genuino interés.
v Permitirle expresar sus sentimientos (llanto, ira, disgusto).
v Preguntar sobre la idea suicida.
¿Cómo piensa usted resolver su actual situación?
¿En qué piensa cuando esta insomne?
¿Usted ha tenido pensamientos malos?
¿Cuáles?
¿En su familia alguien se ha suicidado o ha intentado el suicidio?
¿Cuándo fue la última vez que lo pensó?
¿Usted ha pensado suicidarse?
¿Usted ha pensado en matarse?
Si el adolescente manifiesta que ha pensado suicidarse es necesario realizar una secuencia de preguntas para determinar la planificación suicida, lo que incrementa notablemente el peligro de suicidio. La secuencia es la siguiente;
¿Cómo ha pensado suicidarse?
¿Cuándo ha pensado suicidarse?
¿Dónde ha pensado suicidarse?
¿Por qué ha pensado suicidarse?
¿Para qué ha pensado suicidarse?
9.1. ¿cómo piensa el adolescente?
Para obtener una respuesta que permita conocer cómo piensa el adolescente se deben evitar las preguntas que puedan ser respondidas con monosílabos, lo cual lo impediría.
1- Responsabilizar al adolescente con su propia vida, siempre que ello sea posible.
2- Trabajar juntos en encontrar soluciones so suicidas, por lo que deben explorarse alternativas al problema que ha desencadenado la crisis suicida.
3- Establecer un pacto no suicida, siempre que el estado del adolescente lo permita. Para ello se le compromete a no autolesionarse durante la crisis.
4- Pedir permiso para involucrar a otros miembros de la familia, amigos y cuantas personas sea necesario para apoyar al adolescente.
5- Garantizar varias opciones para contactar con la persona que presta la ayuda psicológica, sean los padres y las madres, los maestros, tutores, médicos, suicidologos, etc.
6- No juzgarlo, comprometiéndonos a guardar secreto de todas las confesiones que haga el adolescente.
7- Ser directivo, con el suficiente tacto como para no parecerlo.
Si en la crisis suicida del adolescente están jugando un papel predominante los rasgos pasivos, dependientes y la timidez, una técnica que puede ser empleada en estos casos es el entrenamiento asertivo, que busca como objetivo cardinal, el hacerse valer, evitando ser manipulado por los demás.
Cap.10. Como ayudar al adolescente a manejar la tristeza y a salir de la depresión.
El silencio nuestro o de otras personas solo harán más daño, la mejor forma para afrontar la tristeza es utilizando las estrategias adecuadas y una de ellas es hablar, descargarnos en alguien, llorar si es necesario y hablar sobre lo que nos afecta. Una persona triste no debe estar sola mucho tiempo ya que acumula mucha tensión emocional y puede estallar o puede llegar a sufrir una recaída o entrar en un episodio depresivo mayor.
Paso numero 1, reconocer cual es la fuente de nuestra tristeza.
Este primer paso consiste en crear en el adolescente la conciencia de aquello que le causa malestar emocional, este punto también abarca el hecho de que el adolescente se de cuenta de que tiene un problema y necesita ayuda.
Paso numero 2, hablar sobre nuestro dolor.
En este punto se le sugiere expresar su pena abiertamente sin tratar de reprimir los sentimientos por temor a ser avergonzado. Se le hace saber que lo que le sucede es importante, se le trata con respeto, mostrandole que estamos tomando en serio lo que le esta sucediendo y dando y dando a entender que tenemos un interés genuino en su recuperación.
Paso numero 3, toma la decisión correcta de levantarte.
Ayudar al adolescente a tomar decisiones alternativas para afrontar las situaciones desencadenantes de la tristeza o depresión así como motivarlo a tomar la decisión de levantarse.
Paso numero 4, una buena decisión lleva a una buena acción. Comienza a actuar.
Ayudar al adolescente a actuar de forma asertiva para expresar sus emociones, si es posible incluir un entrenamiento en inteligencia emocional para ayudarse a si mismo a comprender sus propias emociones, como estas afectan su conducta y como estas afectan a las personas que le rodean.
Paso numero 5, ser una fuente de inspiración para los demás.
Enseñar al adolescente que puede ser una fuente de inspiración para los demás mediante su testimonio de cómo pudo salir de la depresión o como pudo superar la tristeza causada por cualquier pérdida emocional que el adolescente haya experimentado en un pasado lejano o reciente.
El ayudar a otros a otros a levantarse ante cualquier acontecimiento traumático permite al adolescente recibir reforzadores emocionales que posteriormente fortalecen las conductas de afrontamiento adecuadas ante aquellos desencadenantes que de otro modo afectarían de manera directa su percepción de los problemas.
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